El mundo al revés se
burlaba del mundo
Las romanas gozaban de un día de poder absoluto.
Durante la fiesta de las Matronalias, ellas mandaban; y los hombres se dejaban
mandar.
Las Saturnalias, herederas de las Sacés de la
antigua Babilonia, duraban una semana y eran, como las Matronalias, desahogos
del mundo al revés. Inversión de las jerarquías: los ricos servían a los
pobres, que invadían sus casas, vestían sus ropas, comían en sus mesas y dormían
en sus camas. Las Saturnalias, homenajes al dios Saturno, culminaban el 25 de
diciembre. Era el dia del Sol Invicto, que siglos después fue Navidad, por
decreto católico.
Ave Caesar! Io, Saturnalia! Sir Lawrence Alma-Tadema
Durante la Edad Media europea, el Dia de los
Santos Inocentes otorgaba el poder a los niños, a los tontos y a los dementes. En
Inglaterra reinaba The Lord of Misrule,
el Señor del Desgobierno, y en España disputaban el trono el Rey de Gallos y el
Rey de Puercos, que vivían en el manicomio. Un niño, ataviado de mitra y báculo,
ejercía de Papa de los Locos y se hacía besar el anillo, y otro niño, montado
en un burro, pronunciaba sermones de obispo.
Como todas las fiestas del mundo al revés, esos
fugaces espacios de libertad tenían principio y fin. Poco duraban. Donde manda
capitán, no manda marinero.
GALEANO, Eduardo. Espejos: una historia casi universal. Buenos Aires: Siglo XXI
Editores & Siglo XXI Iberoamericana, 2008. p. 61.
NOTA: O texto "Ave Caesar! Io, Saturnalia!" não representa, necessariamente, o
pensamento deste blog. Foi publicado com o objetivo de refletirmos sobre a construção
do conhecimento histórico.
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