En África empezó el viaje humano en el mundo.
Desde allí emprendieron nuestros abuelos la conquista del planeta. Los diversos
caminos fundaron los diversos destinos, y el sol de ocupó del reparto de los
colores.
Ahora las mujeres y los hombres, arcoiris de la
tierra, tanemos más colores que el arcoiris del cielo; pero somos todos
africanos emigrados. Hasta los blancos blanquísimos vienen del África.
Quizá nos negamos a recordar nuestro origen
común porque el racismo produce amnesia, o porque nos resulta imposible creer
que en aquellos tiempos remotos el mundo entero era nuestro reino, inmenso mapa
sin fronteras, y nuestras piernas eran el único pasaporte exigido.
GALEANO, Eduardo. Espejos: una historia casi universal. Buenos Aires: Siglo XXI
Editores & Siglo XXI Iberoamericana, 2008. p. 1-2.
NOTA: O texto "Caminos de alta fiesta" não representa, necessariamente, o pensamento deste
blog. Foi publicado com o objetivo de refletirmos sobre a construção do
conhecimento histórico.
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